El 29 de noviembre de 2024, la Comisión Nacional de Salud de China, junto con otras tres divisiones gubernamentales, promulgó un plan de trabajo piloto para permitir el establecimiento de hospitales de propiedad totalmente extranjera en varias ciudades clave, como parte de su esfuerzo por liberalizar el sector sanitario del país.
Las localidades elegidas son Pekín, Fuzhou, Guangzhou, Nanjing, Shanghai, Shenzhen, Suzhou, Tianjin, así como la isla de Hainan. Estas nueve localidades no sólo cuentan con poblaciones considerables y necesidades sanitarias diferenciadas, sino que también presumen de unas condiciones comerciales propicias y de una sólida infraestructura médica.
El documento establece los criterios de elegibilidad para el programa piloto, los protocolos de gestión y otros requisitos pertinentes. Aparte de ser entidades legalmente reconocidas con experiencia previa en la inversión y administración de servicios médicos, ya sea directa o indirectamente, los inversores que deseen establecer un hospital de propiedad totalmente extranjera deben:
- Desarrollar estructuras de servicio innovadoras, modelos de gestión y modelos conceptuales sofisticados para la administración hospitalaria a nivel internacional;
- Proporcionar tecnologías y equipos médicos de vanguardia; y
- Reforzar la prestación de servicios médicos locales subsanando las deficiencias en materia de capacidad, tecnología o instalaciones.
No obstante, hay que señalar que el plan excluye expresamente a los hospitales que prestan asistencia sanitaria basada en la medicina tradicional china, la medicina étnica alternativa o las prácticas mixtas de medicina china y occidental. La exclusión se extiende a los hospitales que proporcionan tratamiento para enfermedades psiquiátricas, enfermedades infecciosas y neoplasias hematológicas. Además, la adquisición de hospitales públicos por parte de inversores extranjeros queda fuera del ámbito de aplicación.
Además, se prohíbe a los hospitales que participen en el programa piloto llevar a cabo procedimientos médicos que planteen riesgos éticos o médicos sustanciales, como la reproducción humana asistida, el trasplante de órganos humanos y la terapia experimental con células tumorales.